martes, 15 de abril de 2008

Johana Nakano Bustíos... Tremenda Putaza...

Felizmente Don Verdades no tiene de qué preocuparse, y puede soltar su rollo implacable sin problema alguno. Y lo digo porque ahora han salido un huevo de chiclayanos a defender a su reina, la que ha protagonizado videos eróticos que hoy aparecen en internet.

Primer punto, no me jodan que la cojuda es una santa; bien provocativa que se muestra en uno y otro concurso, porque le encanta el figuretismo, hasta que alcanzó su meta, coronarse reina de su comunidad. Segundo, si no fuera ella no tendría por qué acusar a un ex-enamorado de haberla querido chantajear o de estar despechado. Tercero, ella misma reconoce que el video publicitario data de hace 3 años, así que no es nueva en estos avatares de andarse exhibiendo semidesnuda ante las cámaras.

La verdad de la milanesa es que se tomó el video, que ese es su cuerpo, que esa es su casa, que esa es su medallita, y que esas tetazas y ese culazo son suyos. Acá no hay despropósitos de por medio, porque ella fue lo suficientemente cojuda como para dejarse videar, y luego, con semejante rabo de paja, tener la concha de decir que la han designado reina por su prestigio, por sus valores, etc etc etc.

Disculpa mamacita, pero en un certamen como éste, te han nombrado reina por tus atributos físicos, y no me digas que no sabes que al concurso el 99% va con el fin de verlas a todas ustedes medio calatas, y a ganarse alguito con lo mismo que muestras en tu videito.

Todos cagan pero... nadie se ocupa de los mojones

Si algo distingue al peruano, y es realmente triste decirlo, es lo cochino que es. Basta subirse a un microbus para darse cuenta que ni el jabón ni el desodorante se encuentran dentro de la canasta básica familiar.

El peruano suele oler a mierda, y es así porque basta verles sus abuelitas empolleradas hasta en verano, para darse cuenta que la higiene no ha sido ni es ni probablemente será un valor primordial en la inmensa mayoría de compatriotas.

Se han acostumbrado a lavar sus ropas a la vera del río, a botar sus desperdicios a la correntera fluvial, de suerte que la mayoría de ríos de la costa, a cuyos márgenes se asientan numerosas barriadas (eufemísticamente llamadas asentamientos humanos), están completamente colmatados.

Ahora bien, la gente sigue cocinando, meando, cagando, botando basura por doquier, y lógico es que esas porquerías tienen que ir a parar a alguna parte. Durante medio siglo los paganos han sido los habitantes de la costanera, léase San Miguel, que han tenido que soportar tanto desperdicio. Felizmente, las autoridades han tomado consciencia de la necesidad de reparar esta barbarie, y comenzado a buscar soluciones alternativas.

No funcionó con La Tablada, porque el drenaje es muy superficial y afectaría un huevo de gente. Se ha optado por ello por el colector de La Perla, que desagua en el mar a una mayor distancia de la costa y a mayor profundidad, y esto es lo más lógico, si bien siempre temporal.

Escribo estas líneas porque la taradaza que lidera los vecinos de La Perla dijo hoy en el noticiero del Canal 5 que por qué no tratan de desaguar hacia el Río Rímac o el Río Chillón... Que tal bestia esta india de mierda... Con ese tipo de vecinos, Don Verdades se pone feliz de que le caguen el ambiente, y ojalá que se muera ella y toditos los suyos en medio de los hedores que ahora va a tener que soportar. Jódete cojuda, porque imbésiles como tú merecen vivir entre la mierda...

miércoles, 9 de abril de 2008

Subsumir... Que tal huevadaza....

Resulta que alguna vez me llamó la atención escuchar por la tele que a algunos condenados en Estados Unidos se les aplicaba penas de 700, 800 y hasta 1000 años. Yo estaba chiquillo y no entendía, pero tenía mi papá abogado que me explicó que en los "yunaites" las penas se iban sumando una tras otra hasta completar una cierta cantidad de años.

Le pregunté si lo mismo ocurría en Perú, y me dijo que no, que las penas menores se "subsumían" en la más grande; es decir, si cometías varios delitos purgabas la pena mayor, y ésta incluía las penas menores. No me lo explicaba, así que lo cuestione, y mi padre me respondió que nuestro derecho penal tiene un afán resocializador, es decir, asume que el hombre es potencialmente regenerable, y por eso tampoco existía cadena perpetua, al menos cuando me dio estas explicaciones.

Han pasado los años, mi padre aún vive, y tiene sus mismas ideas. Yo en cambio, lego en derecho, soy un médico en ejercicio. No tengo pues su formación legal, pero igualito que entonces, me parece un hueveo. Y lo digo porque no me parece justo que purgues condena simultánea por varios delitos. Imagínense un tremendo criminal, que haya cometido un montón de delitos, puede estar en cana menos tiempo que alguien que se desgració sólo una vez, pero que mereció mayor pena.

Ahora bien, yo me pregunto, si la ley esta hecha así, y ya te clavaron una pena bien alta, sabiendo que tienes otros procesos en que la pena máxima es inferior a la que estás purgando, por qué seguir con el resto de los procesos? No les parece un desperdicio de tiempo y de dinero, gastando en jueces, amanuences, secretarios, abogados, etc, etc, etc.?

Claro está, los abogados no dicen nada, porque no les convendría, se quedarían sin juicios, y a ellos lo que más les conviene es que hayan un montón para seguir cobrando. Este es el cuento de ellos, de eso viven, y seguramente por eso es que no quieren que las penas se vayan sumando, porque puede también ocurrir que el acusado, ya encarcelado, con una tremenda pena, diga para qué voy a seguir gastando en abogado si me voy a pudrir acá en la cárcel? Mejor que los otros procesos los asuma un defensor de oficio, que no cobra o, sí lohace, cobra el mínimo. En ese caso también se perjudicarían los leguleyos.

Esta es la cruda realidad de la "ilustre" profesión del derecho, y digo ilustre porque su colegio profesional se hace llamar "Ilustre Colegio de Abogados de Lima". Hasta ahora no sé por qué el título de ilustre, pero ahí está. Más bien, habría que ilustrarlos, pero en sentido común. No les parece?

sábado, 5 de abril de 2008

Médico de Familia o "Chivo Expiatorio"

Hace 30 años tuve la desgracia de perder a mi abuela. Ella era diabética, así que desarrolló un infarto silente, ese que no da dolor, sino otros síntomas que para el lego en la materia pueden pasar desapercibidos, cuando no confundidos con un simple resfriado.

Resulta que mi abuela tenía un hermano médico, a quien todos le decían "Doctor Huesitos" porque era traumatólogo. El era muy eficiente en su rama, al punto de ocupar la jefatura de su especialidad en el Hospital Militar.

Cuando unos días antes de su deceso mi abuela llamó a su hermano, este confundió el padecimiento cardíaco con una gripe. No se le puede culpar del error puesto que el infarto silente es una peculiaridad del diabético, y escapaba al conocimiento de un médico general o de una rama tan diametralmente distinta de la cardiología.

Pese a ello, hasta la muerte de mi tío, ocurrida 20 años después, e incluso luego, me la he pasado escuchando a mi padre culpando a su tío del error que le costó la vida a su madre.

Ahí no queda la cosa. Hace unos años, ya estando ejerciendo, pretendí medicar a mi propia madre por una arritmia, y lo único que obtuve fue una puteada de mi padre, aparte de botarme a empellones del dormitorio de mi madre, gritando a voz en cuello "Es mi mujer y tú no la tocas". Así que no tuve más que recomendar la condujeran a una clínica, donde mi papá muy orondo dijo que yo había pretendido inyectarle xilocaina. Cuál no sería su sorpresa cuando el médico a cargo le dijo que era justamente lo que ellos iban a proceder a hacer de inmediato.

Con familiares así es muy difícil asumir el rol de médico de familia. El distanciamiento de mi familia con la de mi tío se hizo evidente desde los hechos antes relatados. Y créanme que no estoy dispuesto a perder a mis hermanos por meterme a hacer lo que maladadamente mi padre pueda tildar como un error, porque en su concepto los médicos no podemos cometerlos.

Así las cosas, prefiero comunicarme con mi madre telefónicamente, incluso con los colegas, evitando participar de manera activa en el tratamiento. El costo moral y anímico que uno puede pagar por sus errores se multiplica exponencialmente, y eso repercute incluso en nuestra propia descendencia. No es falta de amor, simplemente tino, previsión, autoprotección, porque lamentablemente existen tipos como mi padre, que siempre tratan de encontrar un chivo expiatorio.

Mercado Libre o "Mercau" de Misios...

Hace unas semanas puse a la venta una serie de aditamentos musicales que ya no uso. Tenía la secreta (ahora creo que estúpida) esperanza de poder recuperar algo de mi inversión en la materia, ya que había renovado algunos equipos de mi estudio personal.

Los equipos están en perfectas condiciones de funcionamiento, todos son productos que se compraron con factura, de no más de 2 años de antigüedad, y ni qué decir del estado de conservación, porque siempre les hago su mantenimiento, limpiándolos y siliconeándolos para que luzcan como nuevos.

Lamentablemente, ninguno de dichos productos se ha podido vender, pese a que los precios están por el orden del 60% de lo que costaron en dólares antiguos, así que con la revaluación del sol, el margen de ahorro es aún mayor.

He recibido mensajes de varios "clientes" preguntando cojudeces que ya estaban escritas en los avisos, como si no los leyeran. Gente queriendo comprar desde Trujillo, pero no de Perú, sino de Venezuela, pese a decir que se trataba de venta directa en efectivo.

Dicho sea de paso, pese a decir precio fijo, no faltan los que ofrecen menos, y no poco menos, sino mucho menos. Es decir, ya me di cuenta que se trata de un sitio para vendedores necesitados y compradores misios, unos rematando sus cosas a dos por medio, y otros queriendo aprovecharse para pagar una bicoca por lo que se ofrece.

Ya retiré mis avisos, porque la verdad para malbaratear las cosas prefiero regalarlas a gente de mi entorno. Al menos, las van a saber cuidar, van a apreciarlas, y quedo bien con ellos. Esto es para mí mejor que se la lleve de barata un pobre misio infeliz al que no conozco ni en pelea de perros.