domingo, 27 de julio de 2008

Jockey Plaza y su feria de mierda

Hace algunos años me he visto precisado a asistir a la Feria del Libro, que se desarrolla en los exteriores del Jockey Plaza. En lo personal prefería ir a la feria de Miraflores, que aun se realiza anualmente, pero se trata de otro espacio de exhibición.

La verdad es que la feria del jockey es un desastre. Para comenzar, uno se marea entre tantos stands, muchos de ellos repetitivos, porque unas pocas editoriales alquilan un montón de ellos en diferentes partes del recinto ferial. Además, hay editoriales que venden cojudeces, no hay empresas dedicadas a literatura especializada (salvo para abogacía), y hasta se vende comida a precios prohibitivos. Por otro lado, el lugar es inaparente, porque con este frío la gente tiene que pasearse en un descampado, y los precios no tienen nada de ventajoso.

Pero hay dos temas que me han decidido a no ir este año: la censura a un grupo de editoras nacionales pequeñas y a un par de ex-presidiarios que ganaron el Premio Nacional de Poesía.

En el primer caso, es ridículo impedir que pequeñas editoriales de alta calidad se puedan juntar para poder pagar los 12 mil dólares que cuesta el alquiler de un ridículo stand. En el segundo, es altamente discriminatorio que no permitan el ingreso de dos individuos que cuentan con la anuencia del Ministerio de Justicia, que han de acudir vigilados, y que seguro deben ser los primeros interesados en que su nuevo rol de escritores los avenga a la posibilidad de un indulto o, en el peor de los casos, a poder ganarse la vida como tales una vez excarcelados.

Demás está decir que hay también un motivo personal. Todos los años invitan escritores chilenos, los cuales inundan la feria. Sin embargo, en esta va a ser peor, pues han llegado al punto de declarar al pais del sur como invitado especial. Es decir, ¿no bastaba con lo que ya les daban hasta el año pasado? Yo como buen peruano y anti-chileno no voy a darles ese gusto, y ojalá que muchos de ustedes tampoco.