jueves, 23 de abril de 2009

De Cucarachero A Presidente

Tremenda sorpresa nos hemos pegado todos con el Presidente del Paraguay, Fernando Lugo, quien ha reconocido ya a un hijo, y ha sido denunciado por otra feligrés (a quien al parecer asistió espiritual y sexualmente) para que le reconozca otro.

Fernando Lugo es un antiguo obispo católico del Paraguay, que accedió al poder liderando un frente de izquierdas, que sacó del poder al histórico Partido Colorado.

Ahora resulta que mantuvo relaciones sexuales con una menor, de apenas 16 años, con quien procreó al niño ya reconocido. No pasó ni una quincena y apareció una segunda fémina con similar pretención.

Historias de "cucaracheros" (o curas cacheros) hay en todas partes. Aquí en Lima, hubo uno en el Rímac, que fue ampayado con cámara escondida y todo. Ya hace muchos años había un chistecito que decía que un sacerdote es un señor al que todo el mundo le dice padre, excepto sus hijos, que le dicen tío.

Lo que es especialmente grave es saber que no se trata, como en Morrope, de un curita que decide hacer su familia, con su esposa y sus hijitos, manteniéndolos asolapadamente. Todo lo contrario, se trata simplemente de un sacerdote "pipiléptico" y pedófilo, que al parecer le andaba zampando la verga a cuanta parroquiana se mostrara dispuesta a soportar los embistes eróticos de este animal.

Aquí creemos necesario dar una lección de moralidad a la ciudadanía paraguaya y a la curia de ese pais. El parlamento debería iniciarle un proceso penal de inmediato, y vacarlo, porque la pedofilia se persigue de oficio, y en este caso no hay ni necesidad de probarla. Que se vaya en cana el "cucarachero".